¿El pestillo de la cerradura de la puerta está roto? recurso
¿El pestillo de la cerradura de la puerta está roto? recurso
Hay varios componentes en la cerradura de una puerta que pueden romperse. Además del resorte, estos son el pestillo y el perno. Si el cerrojo está roto, esto puede ser muy incómodo, especialmente cuando la puerta está cerrada.
Cuando se rompe el pestillo de la cerradura de la puerta
Un cerrojo roto en la cerradura de la puerta es muy desagradable. Esto sucede a menudo cuando la cerradura de la puerta está bloqueada, de modo que la puerta solo se puede abrir en caso de emergencia. Contratar a un cerrajero no es precisamente barato, abrir la puerta a la fuerza tampoco es una idea muy agradable. Si no es precisamente una puerta de seguridad, aún quedan unas u otras posibilidades:
- intente abrir la puerta del lado de las bisagras.
- Rompa o extraiga el cilindro de la cerradura y tire hacia atrás del cerrojo.
- forzar la puerta abierta
No debe confundirse con una ruptura de trampa
La llamada rotura de pestillo se produce cuando el pestillo de la puerta ya no se puede abrir accionando la manija de la puerta. La puerta no está cerrada. Una pieza de plástico resistente que se empuja entre la puerta y el marco de la puerta a la altura aproximada del pestillo de la puerta ayuda aquí. Desafortunadamente, esto solo funciona si el pestillo de la puerta no se ha inclinado y todavía se puede empujar hacia atrás.
Mejor busca ayuda profesional
Si no ve una manera de abrir la puerta, por ejemplo, en el lado de las bisagras, es mejor que busque ayuda profesional contratando a un cerrajero. Abrir una cerradura de puerta con un cerrojo no es un asunto sencillo, que es mejor dejarlo en manos de profesionales.
Es mejor evitar los defectos en primer lugar.
Por supuesto, no se pueden tener en cuenta todas las eventualidades, por supuesto, un defecto en la cerradura de una puerta puede ocurrir en cualquier momento. Sin embargo, puede actuar a la primera señal de mal funcionamiento y observar de cerca la cerradura de la puerta y, si es necesario, aplicar lubricantes nuevos. De esta forma al menos puedes asegurarte de que no se produzca un bloqueo o algo similar por falta de lubricantes y que por tanto tengas que contratar a un cerrajero. Lo mismo se aplica si, por ejemplo, la manija de la puerta ya no se puede operar correctamente o la cerradura de la puerta se atasca de vez en cuando.